Fuentes y Manantiales

Fuente Grande

Es la fuente más representativa de Corpa. Se Encuentra al otro lado de la carretera, en la parte baja del municipio. Se surte de dos manantiales, proviniendo de los dos caños de la izquierda uno, y del caño de Collantes (que hasta no hace tantos años era un cañón de guerra), de otro manantial distinto. A su derecha cuenta con un gran pilón que se empleaba en otro tiempo como lavadero. En el mismo enclave hay un alargado abrevadero donde el ganado bebía tras largas jornadas pastando por el término.

Es una de las fuentes más emblemáticas y hermosas de nuestro municipio. Consta de un gran frente de mampostería del que surgen tres caños que surten un gran arca rectangular. Construida por dos maestros canteros, posee una placa en la que se puede leer: "Construcción por Francisco y Vicente siendo alcalde Wenceslao García 1897". Ya en época moderna se añadió un gran pilón que se empleaba como lavadero y que se ubica a la derecha de la fuente. Máximo exponente de nuestra identidad, quedando reflejada en nuestro escudo. Antiguamente las mujeres lavaban la ropa en su pilón, y el ganado bebía en su abrevadero, ya que era zona de descanso de la Cañada Real Segoviana.

Las aguas de Corpa siempre han captado la atención de ilustres siglos atrás. Del primero del que hay prueba, es Miguel de Cervantes, que hace alusión al agua corpeña en "La ilustre fregona, de 1613. Rescatan los estudios también a un médico, Alfonso Limón Montero, que en 1697 firmaba y afirmaba que las del pueblo eran “unas aguas excelentes […] y aunque  se  beba  de  ellas  cantidad, no  embarazan,  ni hinchan,  antes defienden,  y mueven orina  y cámara  (vientre)”.

Zona de encuentro de las mujeres que iban al lavadero, de vecinos que bajaban con cántaros a recoger sus frescas aguas cuando no había en las casas, y punto de reunión donde los chavales y chavalas pasaban allí sus tardes charlando y riendo. Hoy sigue siendo lugar de encuentro de niños y mayores; también donde senderistas y ciclistas descansan y apaciguan su sed y calor con las frescas aguas que manan de sus caños; hoy, sigue atrayendo las miradas de cuantos nos visitan.

Fuente Pequeña

Saliendo de Corpa, al margen derecho de la carretera que lleva a Valverde de Alcalá se encuentra esta fuente. En textos del Siglo XVIII aparecen citas que avalan su existencia. Construida en piedra caliza, de aspecto rústico tiene un pequeño caño que vierte sus aguas en un pilón alargado y de éste, pasan a un abrevadero más amplio para que beba el ganado.

Fuente del Rey

La mayoría de las referencias históricas existentes sobre Corpa tienen que ver con sus Fuentes, por lo tanto no es difícil demostrar que esta fuente en su momento de máxima explotación y fama perteneció a Corpa, y no porque Cervantes la nombrara en su obra La ilustre fregona, sino porque fue bebida de reyes desde mediados del siglo XVI.

Los Reyes Felipe II y Felipe III bebían agua de nuestra fuente. Posteriormente lo harian Felipe IV y Carlos II. Así se hace constar en el monolito situado al pie de la Fuente.

La fuente tenía su propio sumiller quien se encargaba de mantener, proteger e informar del estado del agua antes de ser consumida en la corte.

La fuente del Rey, era precisamente eso, propiedad del rey, y al morir Felipe IV, su viuda Doña Mariana de Austria deseosa de vivir algún tiempo alejada del bullicio y de las agitaciones del mundo, mandó construir un cómodo y sólido palacio en la frondosa vega que comenzaba en el despoblado de Valmores y se extendía por delante de Olmeda de la Cebolla y Villar del Olmo.

El encargó se lo realizo a Juan de Goyeneche, quien se apoyó en el célebre arquitecto José Benito de Churriguera. Por eso poco antes de morir le legó dicho proyecto y las propiedades.

Más tarde, entre 1705-1714, Juan de Goyeneche adquiere territorios y derechos señoriales de la Olmeda de la Cebolla (un total de 4500 fanegas) para llevar a cabo su proyecto de nueva industria.  Por lo que el solitario palacio y sus terrenos entre ellos la dehesa de Valmores y los de la fuente del Rey, se ven acrecentados con las nuevas adquisiciones de la Olmeda de la Cebolla. Poco después todo aquello se convirtió en un animado pueblo referente de la industria de la época.  Así se fundó Nuevo Baztán.

Fuente de la Hontanilla

Encontramos esta fuente en la ladera de la montaña, y vierte sus aguas sobre un pequeño pilón de piedra.

Lugar habitual donde se han pasado muchos momentos de esparcimiento, es llamada por algunos “La Entanilla”, y así se describía en la Historia Universal de las Fuentes Mineromedicinales de España en el siglo XVIII:

"La llamada fuente de Hontanillas, esta nace entre Peñas, al Mediodia, y rodeada de árboles frondosos, mana en bastante cantidad, su agua es clara, delgada, sin olor, color ni sabor especial. Diez libras de ella, dejaron con la evaporación dracma y media de residuo, del cual cerca de cuatro escrúpulos eran de Sal blanquecina, algo inclinada a amarilla (...) Todo lo dicho hace creer que a estos principios se deben atribuir las virtudes, que los Habitantes de Corpa experimentan en el agua de la fuente de Hontanillas, que son moverles el vientre, ser digerente en mayor grado que las demás y que a los que la usan algún tiempo, les deteriora las fuerzas."

Fuente de La Grieta

Entre Corpa y Santorcaz, pasado el pinar, nos encontramos con la zona del término denominada “Fuente de la Grieta”, zona de numerosas encinas.

El conducto saliente de la tierra descansa en una bañera, bien seguro, colocada allí por cazadores para que sus perros pudieran beber con mayor facilidad.

Fuente de la Tejera

La Fuente de la Tejera, anteriormente llamada de la Tenería, se describía así en 1765: "nace en lo más alto del Lugar, al medio día, debajo de cubierto entre unas peñas, es muy delgada, clara y dulce, suave, sin olor, ni color, y en su corriente la que se remansa, se endurece y congela, como piedra bastante dura. Sus virtudes son las de avivar el apetito en tanto grado que los Jornaleros que allí trabajan, huyen de ella, porque les causa fiera hambre. Excita el vientre, de modo, que en algunos cuesta trabajo contener el exceso de curios que las mueve. Para los vecinos de Corpa este agua es el sanalo todo, porque no hay dolencia, de que no pretendan curarse con ella, principalmente calenturas, Mesentericas, Tercianas y Quartanas. Con frecuencia se conducía a Alcalá de Henares a cargas, particularmente al Colegio de la Compañía de Jesús y al Convento de San Francisco"

Fuente del Vaquero

La fuente del Vaquero, denominada fuente del Gato en textos del siglo XVIII:

"La llamada fuente del Gato, nace a la parte Poniente de la Villa, dentro de una gran Peña, y por un agujero, que parece que la misma agua le ha labrado; es transparente, clara, sutil, sin color, olor ni sabor. Trece libras de esta agua dejaron de residuo por evaporación, dos escrúpulos, las dos partes de Sal de color amarillo claro, y el resto de tierra oscura. Gustada la sal, se manifiesta salada, sin acrimonia. Echada sobre fuego no hace mutación alguna en olor, ni color; mezclada con los ácidos no fermenta, ni tampoco ni los baja de Color, pero si las tinturas de Rosa y Violeta, que las pone algún tanto verdes (...) produce las virtudes, que de ella predican los Vecinos de Corpa, de que les aumenta las ganas de Comer, que ayuda a cocer los alimentos en el estómago, que mueve copiosamente las orinas, cura las Tercianas, y purifica la sangre, cuyas operaciones pueden muy bien nacer de los referidos principios"

Otras

• Fuente de la Pesquera
• Fuente de la Perdiz
• Fuente de las Arroyás
• Fuente Iñío
• Fuente de Caballillos
• Fuente del Cocedero